¡Que fantástico lugar!
Atrapado entre el mar, las piedras y la tramontana.
El sol se escabulle entre el cielo y el mar mientras lo inflama todo en un último esfuerzo por permanecer.
Dan ganas de quedarse unos días, pero esta vez no puede ser.
Nos vamos a la cama a ver si los nervios nos dejan dormir para estar mañana bien descansados.
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